sâmbătă, 20 iulie 2013

Paseo literario por Madrid. 20 de julio de 2013

El monumento de Benito Pérez Galdós en el parque Retiro de Madrid
Esta mañana, con la Fedrom, hemos conocido mejor a uno delos padres literarios de Madrid, el gran autor de los “Episodios Nacionales”,de “Fortunata y Jacinta”, del “Abuelo”, y de tantas otras novelas, obras deteatro…el genial Benito Pérez Galdós.
Don Benito, decía de sí mismo: "Yo nací, a los veinte años,en Madrid…” Su amor por esta ciudad fue enorme.
La contó, a través de la memoria de su padre, coronel que vivió como soldado la gesta, y se la contó a su hijo, en los “Episodios Nacionales”,en una novela titulada “El diecinueve de Marzo  y el Dos de Mayo”.
 En la primera etapa del paseo, y mirando el cuadro de Goya sobre los acontecimientos (“La carga delos Mamelucos”), hemos tratado de revivir  el momento ,el estruendo constante ,las macetas que volaban desde los balcones  contra el opresor francés ,y la heroica resistencia de los defensores del Cuartel de Monteleón, Daoiz y Velarde al frente.
Luego, nos hemos recogido unos instantes, saboreando un chocolate, de paso, en la Antigua Chocolatería de San Ginés, donde Valle –Inclán ha sido objeto de un acalorado debate sobre el Esperpento, y se han rememorado brevemente sus “Luces de Bohemia”.
Hemos seguido sin pausa, deteniéndonos un momento ante Lhardy, para admirar sus escaparates, descritos por Galdós, en la Fontana de Oro, su primera novela.
Hemos seguido hasta la Calle del Turco (hoy Marqués de Cubas),y hemos recordado y revivido ,en la obra del insigne canario ,el atentado contra Prim. Hemos recordado aquel momento histórico, y nos hemos encaminado resueltamente ,tras dos horas de paseo,hacia los jardines que componen el Parque del Retiro.
Una vez dentro, hemos orillado “ese pequeño mar, que es el Estanque”, según un personaje de Galdós, y hemos caminado hacia el final del Paseo de Coches, donde nos hemos detenido ante la estatua realizada por Victorio Macho en honor y para recuerdo de las postreras generaciones de Benito Pérez Galdós .Hemos recordado como el escritor,cansado, viejo y ciego ,fue ayudado por los presentes ,prácticamente aupado para poder “ver” con sus manos y con sus dedos el trabajo del escultor.
Esto ocurría en 1919. Un año después aquel incansable viajero por España y por Francia e Inglaterra, donde conoció literariamente  a Dickens y a Balzac, y los amó, se apagaba, pobre y casi olvidado. El que quizá mereció más el premio Nobel entre los españoles y le fue hurtado en 1912, por influencia de sus enemigos. El que hoy nos ha acompañado con su maravillosa prosa. Honor y gloria al creador de los Episodios Nacionales.
 Hemos acabado después de mediodía. Nos lo hemos pasado muy bien. Hasta otra

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